Culture, Fashion

Moda fuera del armario: Jeremy Scott & Orry-Kelly


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Moda fuera del armario: La obra pop y excéntrica de Jeremy Scott frente a la elegancia subversiva de un clásico como Orry Kelly. Dos creadores con una historia dura que contar. Lo mejor del único festival de cine de moda de España

El cine y el mundo fashion se han dado la mano en la sala Aribau de Barcelona en el Moritz Feed Dog, la segunda edición del único festival de documentales de moda que se hace en España. En la selección, comisariada por la experta en moda Charo Mora, había para todos los gustos: desde el día a día del veterano fotógrafo de street style Bill Cunningham a la creación de un sombrero como el borsalino que vestía Al Capone pasando por una mirada dura a las fábricas de ropa del tercer mundo o un delicioso tributo a los oficios artesanos de la moda.

De entre todas las historias, dos cautivaron a la audiencia desde el primer minuto: las vidas del histórico diseñador de vestuario de cine Orry Kelly y del nuevo rey de la cultura pop hecha moda, Jeremy Scott, explicadas en Women He’s Undressed ( Gillian Armstrong) y Jeremy Scott: The People’s Designer (Vlad Yudin). Ambos tienen nombre propio en la industria de la moda y una historia en colores que contar. Para situarlos, dos apuntes definitorios: Kelly fue el creador del modelo más indecoroso de la actriz más sexy de la historia: las profundas transparencias que lucía Marilyn Monroe en Con faldas y a lo loco. «No soy lesbiana pero me pongo la película para verla a ella, ¡qué pechos!», dice Jane Fonda del impactante diseño.

En cuanto a Jeremy Scott, el creador que llenó las sneakers de Adidas de ingenio y alas, su carta de presentación es su arriesgado debut como jefe creativo de Moschino en 2014: convirtió el fast food en fast fashion al idear una colección pop con el logo de McDonalds como leit motiv que no levantó pasiones entre toda la crítica de moda. «Me duelen las críticas negativas porque hay mucho trabajo en lo que hago, pero nadie ha levantado una escultura a un crítico», se rebela Scott.
Su idea jugaba con la ironia: «Como la gente se preocupa tanto por la grasa, pensé en vestidos de alta costura en la forma hechos con estampados de bolsas de patatas fritas». En el documental seguimos el proceso de preparación del desfile en el que interviene una actriz secundaria de lujo, su temible y carismática estilista. Scott adoraba el trabajo de Moschino en los ochenta, irreverente e imaginativo, y quería resucitar el espíritu de su creador, muerto en 1994.

A pesar de la distancia en el tiempo (Orry nació en 1897 y murió en 1964, y Scott, tiene 40 años muy vivos) y estilística (Orry era elegante y Jeremy es excéntrico), ambos tienen en común haberse buscado la vida en el mundo de la moda partiendo de entornos rurales poco favorables. Un pueblo de Australia, y una granja en Kansas. También haber luchado con la incomprensión hacia su sensibilidad, y, en el caso de Orry, hacia su opción sexual. «Ser gay en aquellos años era como ser comunista», dice Jane Fonda. El diseñador vivió una juventud alocada y artística en Nueva York con un compañero de piso a quien amaba y ayudaba continuamente llamado Archie Leach, que con el tiempo se convertiría en el popular Cary Grant.

Cary Grant cuando vivía con Randolph Scott en Hollywood

Mientras el primero nunca escondió como era en el homófobo Hollywood de aquellos años, el segundo no salió nunca del armario, y llegó a ser cruel con Orry. «Mira, aquí llega tu coche», le dijo cuando una limusina con el nombre del concurso Reina por un día aparcó delante del rodaje de Arsénico por compasión, filme que los volvió a reunir cuando ya eran conocidos. El actor siempre tenía miedo de que el ex amigo escribiera sus memorias, y cuentan que tal vez incluso las hizo desaparecer. Poco imaginaba Cary que en el siglo XXI saber que sus amores interrumpidos con el bello Randolph Scott por imposición de los estudios casi lo llevan a suicidarse, habría provocado más compasión que odio. Jeremy Scott explica en el documental que el principal rechazó que sufrió en su vida fue en la escuela (un auténtico bullying) por ir vestido diferente. «¿Porqué la gente es agresiva cuando no le gusta lo que llevas?», se pregunta. En su documental aparece rodeado de su corte de amigos estrellas: Rita Ora, Rihanna, Paris Hilton, Kate Perry ( a quién vistió para la Super Bowl) i Myley Cyrus.

 

Jeremy & Miley en el desfile SS 2015

Nos pasea por su moda sexy, pop y divertida; y también por sus recuerdos de Kansas. «El legado que quiero dejar es haber despertado emociones, una sonrisa», dice. Sus padres lo recuerdan como un chico resuelto, feliz, con personalidad propia. Amaba los cómics y las colchas de patchwork de su abuela pero su mirada era inquieta: «Sabía que no pertenecía a este lugar».

Orry Kelly, que se autodenominaba «costurero de dobladillos», hizo el vestuario de casi 300 filmes de la época dorada de Hollywood y obtuvo 3 Oscar. Suyas son las emblemáticas medias verdes, a juego con la ropa interior, de Shirley McLaine en Irma La Dulce, 

los surrealistas diseños de los musicales que firmaba Busby Berkeley (llegó a hacer vestidos con 54.000 monedas doradas),

los elegantes vestidos en blanco minimalista y radiante de Ingrid Bergman en la mítica Casablanca

y la bella imagen de Bette Davis, una mujer inteligente y poco dócil de grandes y caídos pechos que no quería subirlos con sujetadores de aros ¡por miedo a sufrir cáncer! Orry se los disimulaba con flores, agujas o bonitos escotes. La hacía verse guapa. Su gran obra fue el vestido de baile rojo que lució en un baile de debutantes en Jezabel (el film que realizó después de no haber sido seleccionada para Lo que el viento se llevó) saltándose la norma social de ir de blanco. La mirada se clava en ese traje, que todos vemos rojo aunque el film sea en blanco y negro.

Por cierto, Jack Lemmon testó la verosimilitud de su look femenino para Con faldas y a lo loco entrando en un aseo femenino. Nadie se dio cuenta de que era un hombre. Sencillamente, lo tomaron por una mujer fea. Orry aprobó con nota.

En el Moritz Feed Dog no vi a nadie vestido de Orry Kelly (hubiera sido un puntazo) pero sí que encontré a Sergi Pedrero y Lucas Loren (The Tripletez) imbuidos por el espíritu Jeremy Scott: plumón, sudadera y, atención, sneakers con alitas
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