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Úrsula Corberó, Poppy Delevingne y Tamara Falcó en Barcelona


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Del gran momento que vive Úrsula Corberó a la tristeza de Isabel Preysler. Fiestón en Stradivarius, en Pronovias, en Sitges… La semana se llenó de ‘celebrities’ con historias que contar:
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Úrsula Corberó colgaba el miércoles en su Twitter el vídeo musical viral del momento (una fresca y divertida Meghan Trainor reivindicando la vida feliz sin complejos de báscula) para celebrar que llegaba a los 400.000 seguidores. Es la chica de moda. Como actriz, y también como it girl. Le acaban de entregar el premio Bacardí a toda su trayectoria cinematográfica en el Festival de Cinema de Sitges y también ha formado parte del selecto grupo de marcadoras de tendencia internacionales convocadas por Stradivarius para celebrar su vigésimo aniversario con la publicación de una revista. La firma de Inditex, grupo que se ha hecho mayor con un perfil publicitario bajo, sorprendió a todos celebrando una fiesta en la parte alta de la ciudad con prensa de diferentes países, blogueras y celebrities como Poppy Delevingne, it girl británica de referencia y hermana mayor de la muy solicitada Cara Delevingne (rostro de moda de Burberry, Chanel, Stella McCartney…).
Todas iban vestidas por el asequible cadena, aunque Poppy se casó en mayo con un blanco Chanel de primera división. ¿Su pieza preferida del armario? «Adoro las faldas porque son intemporales, funcionan de día y de noche, con bambas o con botas de tacón», comentaba señalando la que llevaba, de cuero negro. Elegante y refinada, asegura que la sonrisa es su truco de belleza i su deporte «late night dancing«. Humor británico.

A su lado, Úrsula apostaba por los pantalones y la camisa amplia. Compensaba el look androgino con sensuales movimientos que dedicaba a los fotógrafos. Ella es así de natural. Sabe que las cámaras la quieren y destila su natural simpatía sin timidez incluso cuando no quiere contestar preguntas que la incomodan. Como las que incluyen el nombre de Andrés Velencoso.
Hace un tiempo que por las redes sociales se escapan imágenes (como la de la fiesta del 25 cumpleaños de la actriz) en el que la presencia del modelo es evidente. Pero cuando se le pregunta si se arrepiente de alguna publicación hecha, ella no va por ese camino. Responde que le preocupa el caso de las fotos hackeadas del iCloud de sus colegas de Hollywood y también las confusiones. «A veces subes cosas con la mejor intención y ofendes a alguien. Me pasó al publicar una foto para una editorial de revista con un abrigo de piel. Tú no eliges nunca lo que te ponen!». Asegura que no es bailarina y que nadie le ha enseñado a remover el culo, pero el vídeo de su Twerking ya lo han visto 700.000 personas («es alucinante!»), y su imitación de Beyoncé en El Hormiguero, más de 900.000. Además, no para de trabajar.

Mientras vemos pasar a Cristina Brondo (que ahora está en el teatro después de compartir serie, B&b, con Velencoso) Úrsula nos cuenta que se ha embarcado en una nueva serie (Anclados) en el que hace de millonaria que se tiene que buscar la vida, y que está feliz con su papel de Margarita de Austria en Isabel (¡el único personaje alegre y escotado de la serie!). «O hago comedias o dramas históricos, y yo encantada!».

El jueves 9 de octubre la actriz recogió su premio en el Festival de Sitges y por sorpresa se encontró como partenaire a Antonio Banderas, que, por cierto, está rodando en Cantabria en compañía de su nuevo amor, la rubia Nicole Kimpel. El actor, con barba, y ella, con un Dolce & Gabbana nocturno y salvaje mucho más extremado que el del día anterior.

En la fiesta de Stradivarius también vimos a las hermanas Elisabet y Clara Mas. Clara, que anunciaba futuro proyecto televisivo, vestía de Dirk Bikkembergs i atención porque Elisabet lucía una chaqueta ideada por ella misma. Blanca, con empuñaduras tribales: «Hace un año que tengo mi propia marca de ropa on line y funciona muy bien». Se llama Bless the Mess. Úrsula también tiene tienda (en este caso física) de ropa hippy chic en Madrid desde hace un par de años.

Un estilo, el hippy, que no le va nada a Tamara Falcó, otra de las protagonistas de la semana barcelonesa. Se vistió de noche pero muy discreta para asistir al compromiso publicitario con Pronovias, que inauguraba el jueves su flagship store europea en Barcelona. Una gran tienda romántica y luminosa que culmina las celebraciones del 50 aniversario de la marca. La hija de Isabel Preysler no destilaba la alegría habitual. Muy contenida, dijo que aceptaría sólo siete preguntas de los periodistas presentes y sólo una sobre el hecho luctuoso que afecta a la familia. Finalmente, la mayoría giró en torno a la muerte de Miguel Boyer y lo respondió todo. Supimos que no habrá funeral (porque él no era religioso), que siente nostalgia por la falta de su tío – «aunque sé que está en un lugar mejor» -, a quien consideraba «un hombre maravilloso». Da gracias por haberlo conocido y comenta que reza por su alma. Dice que en estos días tristes recuerda con su madre momentos bonitos «como cuando le daba tiempo de escribir novelas mientras la esperaba que terminara de arreglarse». Cuenta que su madre está tranquila «con momentos mejores y otros peores » y añade que sus hermanos Enrique, Julio José y Chábeli no asistieron al sepelio porque todo pasó muy rápido y Isabel Preysler no quería demorar el mal trago. Nos confirmó lo que se veía en imágenes, que la relación con los otros hijos de Boyer es buena: «Les hemos tratado mucho, con Miguel hemos incluso viajado. A Laura la hemos visto más en los últimos años».

La acompañaba su amigo Enrique Solís – «me ha hecho más fácil estar allí» – de quien asegura que es solo eso, un gran amigo, y se alojaba en el mismo hotel Omm en el que el jueves

Joan Roca recibia el premio al mejor restaurante del mundo, Europa y España concedido por los usuarios de la poderosa web de viajes TripAdvisor. El chef recogía agradecido «un galardón que emociona, el de los comensales».

Por la tarde en otro hotel, el Mandarin Oriental, Shakira hablaba de su perfume, y muy cerca la actriz Toni Acosta presentaba la nueva colección de Swarovski con un look sofisticado al que la joven nuera de Raphael, y rostro habitual del programa de humor Me resbala, no nos tiene muy acostumbrados.

 

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