Culture, Fashion, People

David Bowie is… Barcelona, moda y emoción


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Si piensas en Bowie piensas en música. O no. Porque fue un gran creador en todos los sentidos. Como a mi me encanta la moda, os cuento lo mejor de su impactante vestidor, que aparece perfectamente documentado en la exposición ‘David Bowie is’, que hasta el 25 de septiembre recala en Barcelona. Yo he disfrutado un montón viéndola el día de la inauguración, y me he emocionado con un montaje que te permite conectar a fondo con un artista universal

Inauguración de la muestra con los dos comisarios del Victoria & Albert a la derecha

Si es difícil quitarse de la cabeza la melodía de Starman, aún lo es más olvidar el traje del extraterrestre psicodélico Ziggy Stardust con el que la interpretaba. ¿Sabíais que era una simbiosis entre los violentos chicos de La naranja mecánica de Kubrick y el tejido Liberty británico? La muestra te concede el placer de disfrutar del diseño glam y del material original relacionado con aquella época de Bowie mientras por los auriculares escuchas el tema musical protagonista de la sala. Una flipada. Ziggy fue el primer personaje escénico que el músico, muy influenciado por las artes visuales, desarrolló por completo. 

Réplica del traje que luce en la portada del disco ‘Ziggy Stardust’, hecho a mano con tejidos Liberty

Tampoco deja indiferente el diseño geométrico de 1979 inspirado en los trajes dadaístas que realizaba Sonia Delaunay para el Cabaret Voltaire de Tristan Tzara y que Bowie se puso en los 70 para un programa de televisión. Conecta con la vanguardia de los años 20. 

Ni la gabardina con la Union Jack, deconstruïda con toques punkies, que en 1997 ideó a medias con un genio de la moda entonces debutante, Alexander McQueen. Bowie se inspiró en un abrigo de Pete Townshend de The Who y en una pintura de la misma bandera de Gavin Turk, Indoor Flag (1995).

Es imprescindible destacar su relación con Kansai Yamamoto, que da impactantes frutos como el famoso vestido de vinilo, que abre la expo. Un hombre del espacio con aires de Samurai:

Y otros muy inspirados en el teatro Kabuki japonés o en los kimonos, como esta capa (que cubría otros vestidos) y el diseño Woondland Creatures (1973) para la gira de Ziggy y Aladdin, que Kate Moss vestiría en los Brit Awards del 2014 causando sensación:

 
La exhibición permite adentrarse cronológicamente en el mundo creativo y personal del músico, paladeando las relaciones cruzadas entre vida, canciones, influencias y, por supuesto, ropa. Bowie hizo de la reinvención y el individualismo artístico una religión, aunque siempre buscaba referencias culturales para crear su mundo inspirador. Todo en él tiene muchas lecturas. Puede ser muy profundo, y a la vez freak total. El artista tomaba ideas de films, libros, obras teatrales, espectáculos… y las devolvía al mundo reinventadas. Esa es una de las claves de su éxito. Nunca repite ni se doblega a las exigencias de una discográfica.

En 1979 Bowie cerró toda una década de aventuras espaciales (él aportó la gran Space Oddity) vistiéndose de comandante Tom con un mono con dibujos lineales inspirados en Le Corbussier. Coincidió con toda una estética espacial de líneas puras y colores blancos y metalizados (Courrèges) pensados para pasear por la Luna aunque no se fuera más allá de Carnaby Street. La modernidad era 2001, una odisea espacial, film que influyó en Bowie. Space Oddity a mi me encanta. Me parece tan bello perderse en el universo dentro de «una lata» llamada nave espacial… 

Bowie entendía como nadie la fuerza expresiva de la moda, que, como su música, será original, diversa y en constante evolución. Del glitter ajustado a la deconstrucción. Del teatro kabuki a la pura sastrería británica.  Hay una foto de Bowie que no podía dejar de mirar, un mix entre Katherine Hepburn y el estilo gentleman del escritor Evelyn Waugh (Retorno a Brideshead).   

También vestía un traje, en este caso azul cielo, en Life on Mars? y se pintaba los párpados del mismo color, pero más intenso. Decía que se sentía como una geisha. El fotógrafo Nick Knight contaba que su estilo era el de «un chico duro con giros muy extravagantes». Una gran definición para un gran creador de personajes.

En esta imagen vemos como David Bowie traspasa tranquilamente los límites de la moda masculina luciendo sandalias decoradas, pendientes de Vivienne Westwood…  Pura androgínia. Llama la atención el traje de telaraña con manos en el pecho con el que actuó en un show televisivo. Le censuraron una tercera mano colocada en la entrepierna. 

El pierrot de ‘Ashes to ashes’, el disco donde nos cuenta que el comandante Tom era un yonkie y nos hunde la película intergalàctica.

 Es un placer descubrir los secretos de un artista tan completo a través del impresionante montaje del museo Victoria & Albert de Londres, que emocionó al mismo Bowie cuando la visitó con su familia en marzo del 2013, según cuenta la comisaria Vicoria Broackes. También le conmovió ver la respuesta de la gente, que convirtió la muestra en la más visitada del museo hasta la fecha. El miércoles 24 de mayo  los asistentes a la inauguración tarareaban, pensaban en voz alta y hasta bailaban por las repletas salas. «Es un regalo seguir fascinándose con la figura del inspirador Bowie», decía Santi Balmes, líder de Love of Lesbian a la salida, donde una completa tienda ofrece desde camisetas a pines en forma de rayo Ziggy no muy baratas (34 y 29 euros).

Pero antes de la tienda, la sorpresa final. Un cubo donde vemos a Bowie en concierto en 360 grados con imágenes que aparecen y desaparecen rápidamente dejando entrever en el fondo algunos de sus más icónicos trajes. Por cierto, nunca actuó con el famoso rayo pintado en la cara de Aladdin Sane (que le maquilló Pierre Laroche y representa la perturbación mental de alguien tocado por el genio artístico), aunque lo llevaba en una máscara en la gira Diamond Dogs y estampado en una chaqueta.  Uno de los vestidos que aquí aparecen es el reconocido diseño punto de colores de Kansai, que en el 2013 Jean Paul Gaultier homenajearía en su colección de verano. Algunos entendidos dicen que los dibujos están inspirados en la mafia japonesa.

Ver también:        Bowie y Courrèges: la era de la moda sideral (I)

                            Bowie y Courrèges: la era de la moda sideral (II)

 

Con @Frankpm nos lo pasamos genial

 

 

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